jueves, 7 de febrero de 2013

NICETO BLÁZQUEZ, O.P.


ENTREVISTA


ENTREVISTA  LAURITA

         Un día se presentaron en mi casa dos jovencísimas y amorosas estudiantes para hacerme una entrevista de trabajo. La protagonista era Laurita, hija de mi sobrina María Isabel  Blázquez, catedrática de griego y latín. El encuentro fue entrañable y feliz, como no podía ser de otra manera. ¿Qué me preguntaron las maravillosas entrevistadoras y qué respondí a sus preguntas?

         Pregunta: Usted es Doctor en Filosofía, Licenciado en Teología, Diplomado en Psicología Médica y ha sido Profesor en la Universidad Complutense de Madrid, ¿cuál es la experiencia más positiva de cada una de estas “ocupaciones”? 

         RESPUESTA: Como Doctor en Filosofía lo más positivo de mi dedicación a esa forma de conocimiento consiste en haber descubierto la necesidad de aprender a usar bien la razón y haber disfrutado mucho en el ejercicio de la reflexión buscando apasionadamente el sentido último de la vida. Cuando se toma el gusto a la búsqueda de las verdades sapienciales todo lo demás sabe a poco. Por otra parte, los estudios teológicos me han ayudado a encontrar respuestas muy satisfactorias a cuestiones vitales que desbordan el campo de las ciencias exactas y de la mera reflexión filosófica. Mi interés por la Psicología Médica surgió de los estudios de psicología racional y experimental que realicé durante los estudios filosóficos, pero sobre todo por mi deseo de ayudar a las personas que buscaban de buena fe en la psicología la respuesta a sus problemas personales de desequilibrio de la personalidad o infortunios de la vida.

         Pregunta: Acerca de sus años en la Universidad, ¿con qué se quedaría?

         RESPUESTA: Me quedo con los estudiantes que tuve la suerte de conocer. De ellos y ellas conservo un recuerdo muy entrañable y agradecido. En alguna parte de mi obra La cátedra de la vida hablo a corazón abierto de mis felices recuerdos compartidos con mis alumnos y otras experiencias menos gratas con el personal docente oficial y administrativo.

         Pregunta: ¿Cómo y por qué decidió ingresar en el seminario?

         RESPUESTA: En realidad no ingresé en ningún Seminario sino en un colegio de los Padres Dominicos. Y fui allí no buscando un puesto de trabajo, o por otros motivos equivalentes, sino porque era lo que en aquel momento se me ofrecía como lugar adecuado para encontrar el sentido último de la vida que fue desde la adolescencia mi preocupación fundamental. Han pasado muchos años desde entonces y cada día estoy más convencido de que aquella decisión de mi juventud fue la más acertada de mi vida. 

         Pregunta: ¿Por qué decidió publicar libros?

         RESPUESTA: Durante los primeros años de mi juventud yo escribía  por el placer de comunicar mis pensamientos, sentimientos y convicciones nobles con los demás. Había tomado el gusto a la verdad y me encantaba que la gente lo supiera. Pero con el paso del tiempo me di cuenta de que mis escritos eran leídos y que podían hacer bien o mal a mis lectores. Esto me llevó a la conclusión de que, en adelante, debía pensar mucho las cosas antes de escribir sobre ellas tratando de ser responsable  y no dejarme llevar por la satisfacción personal o por meros motivos lucrativos. Esta decisión de responsabilidad me ha llevado a la situación siguiente. He publicado todo aquello que yo he querido que se publicara, no he ganado dinero con mis múltiples publicaciones, como cabría pensar, pero me han reportado una grandísima satisfacción personal. 

         Pregunta: De todas las obras publicadas, ¿cuál ha sido la que le ha requerido más tiempo y dedicación?

         RESPUESTA: No lo sé, porque ninguna de ellas ha sido escrita de un tirón sino que ha ido saliendo adelante según las circunstancias mías personales y los criterios editoriales de los editores. Alguna de mis mejores obras, por ejemplo, relacionada con la pena de muerte, es muy pequeña en extensión y, sin embargo, fue el fruto de muchos años de investigación y reflexión. Por el contrario, La nueva ética en los nuevos medios de comunicación, que es voluminosa, fue redactada en muy poco tiempo.

         Pregunta: Independientemente del tiempo o la dedicación requerida, ¿cuál es la obra de la que más satisfecho se encuentra?

         RESPUESTA: Bioética y Biotanasia (Madrid 2010). La razón es obvia ya que en esta obra expreso de forma breve e inteligible lo más selecto de mis investigaciones sobre la vida y la muerte de los seres humanos.  Me parece oportuno decir también que he recibido grandes parabienes por mis trabajos relacionados con la Pena de muerte. De hecho mi manera de pensar sobre este asunto tan terrible ha sido ya objeto de una tesis doctoral en Italia y de profundo respeto en EE.UU.

         Pregunta: Sobre una de sus principales obras, Bioética y Biotanasia, ¿qué conclusión sacó al escribirla?

         RESPUESTA: En realidad no saqué ninguna conclusión al escribirla. La conclusión estaba ya sacada antes y por ello la escribí. Pues bien, La conclusión a la que yo llegué después de años de investigación sobre los problemas de la vida y de la muerte es que la vida de todo ser humano ha de ser respetada y amada desde el momento matemático de la singamia hasta su muerte natural. Por lo mismo, cualquier intervención contra la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural constituye un atentado radical contra el fundamento de todos los derechos humanos. Así como Van Rensselaer Potter acuñó el término Bioética, yo acuñé el término Biotanasia. En esta obra, pues, he tratado de despedirme de estos temas capitales expresando lo mejor y más selecto de mi pensamiento sobre la vida.

         Pregunta: Actualmente ¿está escribiendo algún libro, o tiene intención de hacerlo?

         RESPUESTA: Sí. Uno de ellos llevará por título El otoño de la vida Recuerdos y pensamientos. Y otro con el título Filosofía de la vida. El primero es un complemento de La cátedra de la vida, y el segundo una síntesis de las cuestiones troncales de la vida humana. Ambos pretendo que sean breves y de fácil lectura y están muy avanzados. De lo que no estoy seguro es de si yo los veré publicados o más bien serán póstumos.

         Pregunta: Con sus años de experiencia, ¿cómo ve la evolución de la sociedad mundial, desde que era joven hasta ahora? 

         RESPUESTA: De joven me tocó vivir en un mundo dividido por el denominado “telón de acero” o mundo comunista, liderado por la Unión Soviética, y el “mundo libre” liderado por los EE.UU. El mundo había quedado así tristemente dividido después de la segunda guerra mundial en dos bloques en permanente “guerra fría”. Desde el punto de vista ideológico se impuso el marxismo aplicado brutalmente a la política. Tuve el honor de formar parte de los protagonistas del Symposium científico marxista-cristiano de Budapest en otoño de 1986 y también la oportunidad de conocer sobre el terreno las angustias y miserias causadas por el materialismo marxista y el materialismo liberal occidental. En Budapest cambié de opinión sobre el futuro efímero de la miseria intelectual y material marxista pero mis esperanzas de mejorar la situación mundial tras la caída ejemplar del Muro de Berlín en 1989 se han visto frustradas por la mentalidad relativista que invade el pensamiento occidental  y el rebrote de los fanatismos políticos y religiosos, sobre todo por parte de los movimientos nacionalistas y el fundamentalismo religioso islámico. Tengo la impresión de que la mayoría de los dirigentes políticos y sociales actuales no están a la altura de las circunstancias. Pienso que sobran políticos y faltan buenos gobernantes.

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